Mis versos cantaban,
cuando te bese
se silenciaban,
así nuestro hablar
paso a un decir diferente.
Nuestras novelas se juntaban,
se traicionaban,
bailábamos
a ser el No - vio y la No - vía.
Mi tinta de color azul
se cansó de escribir el anhelo
de lo ya escrito,
toma mi mano
para apostar por aquello
aún no escrito.
Recuerda que lo inauténtico
invade el caminar,
sin embargo lo auténtico
escurre entre nuestro andar
tan inmenso como el mar.
Hay formas de mencionar
que te amo, que te quiero,
que te extraño cuando
no te veo,
pero en esa nada que ver
encuentro mis palabras
para invitarte,
no una alabanza ni poesía
del amor,
más bien del vivir
como cómplices
en esta poesía del deseo.
Para: Ana Silva
Ortsac Navlag Odracir
No hay comentarios:
Publicar un comentario