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Ricardo Castro Galván
viernes, 11 de mayo de 2012
miércoles, 2 de mayo de 2012
Psicología: retórica de la Perversión.
La
Psicología se ha posicionado como un discurso imperante de la época
según su momento histórico, en un vaivén reaccionario ante un
malestar cultural, sin embargo, quedando del lado de los Aparatos
Ideológicos de Estado, donde lo que se intenta es el
restablecimiento del orden dentro del Estado, no para encontrar un
ideal de éste, sino un sujeto ideal dentro del Estado.
Así
mismo la Psicología en su accionar ideológico obtura la diferencia
de los sujetos en su carácter social, de un modo represivo y por lo
tanto perverso; abarcando la problemática de forma superficial,
Hirschman (2004) menciona en Retóricas
de la intransigencia
su tesis de la perversidad: “la
tesis de la perversidad afirma que la tentativa de empujar a la
sociedad en cierta dirección tendrá como resultado que se mueva
efectivamente, pero en la dirección opuesta...la tentativa de cambio
es abortiva, que de una manera o de otra todo pretendido cambio es,
fue o será en gran medida de superficie, de fachada, cosmético y
por tanto ilusorio, pues las estructuras profundas de la sociedad
permanecen intactas”1.
En
este punto que comentamos acerca de los cambios ilusorios, nos puede
remitir a los sentimientos, Freud comenta que todo sentimiento es
engañoso y la angustia quedara como el único que no engaña,
precisamente estos quedan dentro del marco de la Psicología, el cual
tiende a un soberano Bien, al mismo tiempo el discurso psicológico
lanza una serie de significantes para que el sujeto pueda
identificarse, hay que recordar que “el sujeto no es idéntico al
significante al cual se identifica”2.
¿Por qué afirmar que el discurso de la Psicología es perverso? El
discurso de la Psicología al colocarse como un objeto de supuesto
saber sobre el goce, aquel que recubriría el vacío, la cura de un
malestar, que al mismo tiempo provoca una reproducción de síntomas,
siendo el Amo de las respuestas del fallo de la comunicación entre
los sexos, conlleva a una angustia en sí estructural en la realidad
de cada sujeto, así como el perverso es objeto de un Otro, la
Psicología es ese Otro goce del sujeto, por lo tanto ¿Cuál sería
el lugar de aquel que toma el sitio de la retórica de la perversión?
Si
aquel que toma ese lugar del discurso apunta a construir lo que Hegel
en su Filosofía
del derecho llama
un sujeto ideal dentro del Estado, que tendrá toda la forma del
Ich-Ideal,
convirtiéndose en esa voz superyoica, que imperativamente manda a
gozar; poniendo en juego una metonímica del síntoma, silenciando al
deseo mismo en las palabras del sujeto. Pero ¿y el Psicoanálisis
esta exento de la retórica perversa? ¿el analista? Lacan en un
momento de su enseñanza comenta que el analista se autoriza de sí
mismo por unos otros, ¿ Como leer esto?, en un tiempo previo de la
enseñanza, se construye la ética del psicoanálisis, ética del
deseo, ¿La Psicología tendrá una ética que no sea la ética del
sacrificio?
El sujeto al encontrarse en su instante del tiempo (el instante de
la mirada, el tiempo para comprender y el tiempo para concluir) donde
enfrentara la falta del Otro encontrando su propia falta y así dar
cuenta de algo relacionado con su deseo, convirtiéndose en un
desorden del malestar, para procurarse un mal-bien con su bien decir.
Por:
Ricardo Castro Galván
1
Con esto no diríamos que el autor plantea la perversidad de la
Psicología, se ha tomado el fragmento para sustentar mi tesis.
2
Lacan.
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